Biotecnología Azul

18 productos

Biotecnología Azul


El mar es uno de los grandes misterios que acompaña a la humanidad. De hecho, aún una buena parte del océano sigue sin explorar. Con tanto secreto y descubrimientos, resulta perfectamente lógico que cada año se conozcan más y más productos o activos que son perfectos para mejorar el aspecto, tono y equilibrio dérmico. ¿Lo que hay detrás de estos descubrimientos? Pues la biotecnología azul aprovechada para crear productos cosméticos más efectivos.

¿Qué es la biotecnología azul?

La biotecnología reúne técnicas y procesos en los que se estudian y aprovechan las propiedades de ciertos organismos vivos, como hongos, virus y bacterias. Básicamente, se reproducen algunos de sus mecanismos naturales en condiciones controladas para poder utilizarlos para elaborar activos y cosméticos. La biotecnología azul es la que se encarga de estudiar los organismos marinos vivos, como algas, bacterias hasta estrellas de mar, esponjas y erizos.
La biotecnología marina ha permitido el desarrollo de medicamentos para combatir el crecimiento tumoral hasta la creación de neumáticos a partir de algas. En cosmética se han creado más ingredientes, que no sólo tienen beneficios superiores, sino que sustituyen otros que son perjudiciales para el ambiente. Por ejemplo, los parabenos, las siliconas y hasta los microplásticos.
Gracias a la biotecnología azul se han reformulado varios productos, mientras que han surgido nuevos activos que harán maravillas en la piel, pues copian mecanismos de defensa y protección de diversas especies marinas para que repliquen esos comportamientos. Podríamos decir que con los productos con biotecnología azul de Segle Clinical, tu piel adquiere los súper poderes de organismos marinos.

Los activos de la biotecnología azul

  • Spirulina: esta cianobacteria crece en ambientes acuáticos con un PH de 10-12 y es capaz de tolerar la radiación solar extrema. Es casi milagrosa, porque de ella se extraen dos principios, los pigmentos ficocianinas y las enzimas fotoliasas. Estas enzimas son las que actuan como un filtro biológico, que evita los efectos nocivos de los rayos azules que emiten las pantallas.
  • Thermus thermophilus: una bacteria que habita en las profundidades del océano. Nos ofrecen unas enzimas que son antioxidantes, pero que además protegen contra los daños causados por la radiación IR, protegen contra la radiación y protegen la función y estructura del colágeno y elastina. De esta también se extrae la enzima alfa-galactosidasa, que repone glipoproteínas y neutraliza el daño producido por la contaminación.
  • Chlorella vulgaris: de esta microalga se extraen carotenoides que se comportan exactamente igual que el retinol puro, con la salvedad que no produce los efectos secundarios y además actúan a un nivel más profundo de la piel. Más eficiente, sostenible y fácil de sintetizar que el Bakuchiol (otro activo muy popular), ofrece beneficios anti-edad y es capaz de revertir el proceso de foto-envejecimiento.
  • Chlorella emersonii: de las microalgas de la familia Chlorella también se extrae un componente capaz de reducir los efectos nocivos del cortisol, esa hormona que se libera cuando suben los niveles de estrés. Evita ese aspecto cansado, las ojeras y falta de brillo. Asimismo, funciona como un antioxidante que protege el ADN y repara la función barrera de la piel.